viernes, 24 de septiembre de 2010

La Bendición De Saber Esperar‏

Para reflexionar...(23/09/10)-La Bendición De Saber Esperar


"pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas;levantarán alas como las águilas; correrán, y no se

cansarán; caminarán, y no se fatigarán" (Isaías 40:31).Una madre estaba disponiendo panqueques para sus hijos:Carlos, de 5 años y Raul, de 4 años. Los niños comenzaron a discutir sobre quien recibiría la primera panqueque.Su madre vio la oportunidad para una lección moral. "Si Jesus estuviese sentado aquí, él diría: Deje mi hermano tener la primera panqueque.Puedo esperar".Carlos se volvió a su hermano más nuevo y dijo: "¡Raul, es Jesus!" Parece que nuestra historieta es cosa de niños, pero, muchas veces, eso acontece también con nosotros, adultos,cristianos.Queremos tener siempre la primacía, el primer lugar, la preferencia en todo.Eso acontece en nuestra casa,en nuestro trabajo, en nuestra iglesia.No sabemos esperar y creemos que todas las cosas giren a nuestro rededor, cual si más nada importase, cual si nadie más mereciese o tuviese el derecho de recibir aquello que juzgamos ser solo nuestro.Queremos ser distinguidos en todo y no nos conformamos cuando alguien ocupa nuestro lugar. Y, a veces, mismo cuando recibimos la notoriedad que creemos merecer, nos quedamos aburridos cuando otros reciben la misma distinción.Somos cristianos vanidosos, egoístas, soberbios.Decimos que Cristo está en nuestros corazones, que Él es amor, que somos Sus discípulos, pero, no lo imitamos en nada.Los niños de nuestra ilustración no sabían esperar.Nosotros, casi siempre, también no sabemos esperar con paciencia.Si el que buscamos demora un poco, somos tomados de angustia, de desánimo, de pesimismo.Perdemos las fuerzas, la fe, la esperanza.Cuando aprendemos a confiar en el Señor Jesus, creemos que nuestra bendición vendrá, aun cuando demore un poco.Nuestra esperanza no desfallece, nuestras energías espirituales son renovadas, la certeza de la victoria jamás nos abandona.Nos
quedamos felices con las conquistas personales y con las conquistas de los hermanos y amigos.Si nuestros sueños son realizados en primer lugar, glorificamos a Dios.Si otros nos preceden, glorificamos también.Qué nos importa es que en la hora del Señor nuestra bendición llegará.