lunes, 23 de agosto de 2010

La lavanda‏

Lavandula es un género de la familia de las lamiáceas, que contiene una treintena de especies conocidas como lavanda, alhucema, espliego o cantueso. Estas son matas, algunas escasamente leñosas, pelosas en muchos de sus órganos y con glándulas esenciales.

Presentan hojas opuestas, simples, enteras, dentadas o pinnatífidas. Poseen inflorescencias de tipo verticilastro dispuestas en pisos separados a lo largo del eje florífero o en una estructura compacta, axilados por brácteas “florales” (para diferenciar de una corona de brácteas que puede aparecer o no en lo más alto de la inflorescencia cuya función es atraer a los insectos polinizadores).

Las flores son pequeñas, con un cáliz tubular, casi actinomorfo, acostillado con 5 dientes cortos y un apéndice oblongo o romboidal en la parte superior. La corola es bilabiada, con el labio superior recto, erguido, formado por dos lóbulos. El labio inferior trilobado. Poseen cuatro estambres, didínamos y el ovario dividido en cuatro partes. El fruto se presenta en tetranúcula.

Es uno de los aceites terapéuticos más versátiles. Huele limpio y fresco, permeando el ambiente con un agradable aroma que relaja y estimula simultáneamente.

Descripción: Existen unas cuantas variedades de esta planta encantadora que crece silvestre en las regiones mediterráneas. Se dice que la Lavandula Officinalis es la más aromática. Posee largos tallos y florecillas de color azul púrpura cubiertas con un vello estrellado. Las hojas estrechas son verdigrises.

Historia y simbología: Desde hace más de 5000 años, la lavanda tiene una tradición bien establecida como remedio popular. Durantes siglos se colocaron bolsitas de lavanda en los cajones de ropa para ahuyentar polillas y otros insectos, ya que sus propiedades repelentes son excelentes. Debido a su virtud antiséptica fue también muy estimada por los romanos que la utilizaban en el baño (no en vano la llamaron lavandula) y para la limpieza de heridas. Se cree que los romanos la introdujeron en Gran Bretaña y otros países del norte. El agua de lavanda es uno de los perfumes ingleses más antiguos; se cree que la destilación comercial comenzó a principios del siglo XVII. A comienzos del siglo XX el químico francés Gattefosse (llamado "el padre de la aromaterapia moderna"), la incorpora a la medicina natural. Esto sucedió cuando trabajando en su laboratorio, tuvo grandes quemaduras en una mano y la sumergió en un recipiente de aceite esencial de lavanda comprobando así los efectos curativos, que no sólo le calmaron el dolor sino que evitaron la infección y no dejaron rastro alguno del incidente.

Origen y distribución: Originario de Francia, España, Inglaterra, la antigua Unión Soviética. Se cultiva por su esencia en Europa (extensamente en Inglaterra, Francia, Yugoslavia) y América.

Extracción: El método de extracción mediante destilación por vapor produce un aceite de aroma floral, dulce y herbal con una subnota amaderada. Se necesita 1 tonelada de plantas de lavanda para extraer 9 kilos de aceite esencial de lavanda. El aceite esencial realmente se produce y almacena en las hojas: las glándulas de aceite están incrustadas entre los pequeños pelos de la planta. Los botones de las flores son recolectados para el proceso cuando están en pleno florecimiento.

Características: Su aroma es reconocido por todos, en especial como aromatizante de ambientes y ropa blanca. Es uno de los aceites esenciales terapéuticos más versátiles.

A nivel físico posee propiedades analgésicas, antisépticas, cicatrizantes, anfinflamatorias, antiespasmódicas, expectorantes, antirreumáticas, parasíticas, emenagogas, colagogas, béquicas, hipotensoras. También es repelente de insectos. A nivel emocional posee propiedades antidepresivas, sedantes, calmantes con efecto anti-stress y equilibrantes.