jueves, 7 de octubre de 2010

Un trabajo constante sobre sí mismo (el reikista)‏


El Reikista, no es un producto de una nueva ceremonia, sino de un cultivo que hace madurar las semillas de la iniciación recibida.Por eso es esencial indicar tiempo al trabajo espiritual sobre si mismo y al autotratamiento Reiki de manera cotidiana.Esto fortalecerá las dificultades y la sensibilidad que se está abriendo en cuanto comienza la formación como terapeuta Reiki.No es para desdeñar en la ignorancia la noción de que aunque el Reiki sea un néctar que nos ayuda a nosotros primero, por canalizarlo, tanto como al que lo recibe, nuestro propio grado de desarrollo humano, energético y espiritual, también es transferido al receptor, junto con el Reiki, aunque éste minimice los efectos inoportunos y nos mejore a todos los implicados.Cuanto más realizados y sanos estemos, mejor es la calidad del Reiki que estamos traspasando; esto no quiere decir que en algún caso la balanza deje de ser enormemente positiva, pues siempre el beneficio del Reiki compensa más allá de los posibles efectos o carencias del canal.Se recomienda todo medio de purificación del Cuerpo / Mente, como la dieta natural, el yoga y la meditación. Además, para merecer el grado segundo de terapeuta psíquico Reiki, hace verdadera falta entrenarse en la visualización, así como el Yoga de los canales de energía para alcanzar la maestría.Esto corresponde al modelo de la tradición tibetana, donde los yoghis tántricos pasan por las llamadas etapas de generación (visualización de mándala e identificación con arquetipos de luz) y de complementación (dominio del Prana / Ki en el organismo y los elementos por medio del Yoga Supremo).
Paola Wlack.