martes, 5 de octubre de 2010

Oasis

Hay tres clases de personas: el malo es inocente: no sabe.El bueno es ignorante: cree que sabe.El justo es sabio: sabe que sabe.

El malo en su proceso de evolución carece de bondad y hace el mal ya que es un inconsciente de las leyes espirituales.

El bueno ya tiene sensibilidad por el prójimo, pero ignora las leyes y, cuando cree que sirve, impide los aprendizajes de los demás.

El justo conoce las leyes de la vida y respeta el proceso del otro.Sólo enseña cuando es oportuno sin interferir en los aprendizajes.

El malo con sus malas acciones sacude al bueno para que practique perdón, paciencia o desapego.
El bueno sufre y se llena de dificultades por violar las leyes, por querer cambiar a los otros o llevar sus cruces.
Sufre por no dejar que cada cual aprenda lo que tiene que aprender en la Escuela del dolor.El justo da ejemplo y enseñanza y no interfiere con el malo ni el bueno.Respeta los procesos de cada ser.

De Gerardo Schmelding.