lunes, 20 de septiembre de 2010

MEDICINA ESPIRITUAL

Capítulo IV
MEDICINA ESPIRITUAL

  La medicina espiritual puede ser entendida como la humanización de las acciones médicas,.en todas las fases del atendimiento al enfermo y basándose en dos principios fundamentales: ser ejercida con amor, y reconocer que el ser humano está formado básicamente de cuerpo y alma. Y tanto el cuerpo como el alma están sujetos a presentar disturbios relacionados con la salud, como explica André Luiz en el libro En el Mundo Mayor: «si existen múltiples enfermedades para las desarmonías del cuerpo, otras innumerables hay para los desvíos del alma».
  Los enfermos son almas vivientes, pasando por dificultades y, por sus necesidades, por las enfermedades y sufrimientos orgánicos o psíquicos que presentan, esperan encontrar, en los profesionales de la salud, la atención que necesitan, el atendimiento eficaz, cuya tónica de relación debe ser el amor fraterno.
En este final de siglo, que se prepara para la alborada de una nueva era en el Planeta, los seres humanos necesitan, más que nunca, que las acciones médicas sean ejercidas con amor, considerando a los pacientes como criaturas que necesitan de asistencia integral y sin discriminación.
  Considerando los diferentes aspectos de la Medicina actual y el estado insatisfactorio de salud de los seres humanos, Emmanuel en el libro del mismo nombre dice: «La medicina de futuro tendrá que ser eminentemente espiritual, posición difícil de alcanzar actualmente, por la maldita fiebre del oro; pero los apóstoles de esas realidades grandiosas no tardarán en surgir en los horizontes académicos del mundo, testimoniando el nuevo ciclo evolutivo de la Humanidad.
  El estado precario de la salud de los hombres, en los días que estamos, tienen su ascendente en la larga serie de abusos individuales y colectivos de las criaturas, desviadas de la ley sabia y justa de la Naturaleza.
  La Civilización, en su sede bienestar, parece haber homologado todos los vicios de la alimentación, de las costumbres, del sexo y del trabajo».
  La medicina ya alcanzó un elevado grado de progreso en todos los campos de sus realizaciones, y todavía deberá de progresar. Podrá descubrir recursos cada vez más perfeccionados para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, pero no resolverá los problemas de la salud, en el sentido amplio de las patologías orgánicas y espirituales, mientras que los seres humanos no reconozcan la necesidad de armonizarse con las leyes de la Naturaleza, aprendiendo a amar al prójimo como a sí mismos, y reconocer la realidad del alma que constituye la raíz de igualdad entre todas las criaturas.

Tomado del libro: - Enfermedades del Alma - Dr. Roberto Brólio