martes, 28 de septiembre de 2010

Artritis reumatoide, una enfermedad de muy largo alcance‏










































CON UN TRATAMIENTO ADECUADO SE CONSIGUE, EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, UN BUEN CONTROL DE LA ENFERMEDAD.
La artritis reumatoide es una enfermedad frecuente cuyo sello de identidad es la inflamación de las articulaciones con el consiguiente dolor, cronicidad, deformidad y dificultades para realizar movimientos, sobre todo por las mañanas (rigidez matutina, cuya duración puede variar de pocos minutos a horas), aunque las molestias y limitaciones que ocasiona varían mucho de un enfermo a otro. Presenta, asimismo, una baja frecuencia de curación espontánea, pero con un tratamiento adecuado los reumatólogos consiguen, en la mayoría de los casos, un buen control de la enfermedad, siempre y cuando se haya tenido la precaución de visitar al médico ante la más mínima sospecha de padecerla, pues el diagnóstico precoz es fundamental para frenarla. Las articulaciones más propensas a sufrir la inflamación son las muñecas, nudillos, codos, hombros, caderas, rodillas, tobillos y las articulaciones de los dedos de las manos y de los pies. El dolor del cuello también puede deberse a la artritis reumatoide.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) explica que estamos ante una de las más de cien enfermedades reumáticas existentes, con un pronóstico y un tratamiento específicos que obliga a los especialistas a afinar con mucha precisión el diagnóstico, pues puede confundirse con otras enfermedades reumáticas que provocan molestias similares.
La acción de la artritis reumatoide no se limita sólo a las articulaciones, ya que en algun

DE CAUSA DESCONOCIDA Y MÁS FRECUENTE EN MUJERES

» La artritis reumatoide es una enfermedad frecuente con mayor incidencia en mujeres, aunque también afecta a los varones. En nuestro entorno la padece una de cada 200 personas (200.000 afectados en España).

» Puede aparecer a cualquier edad, pues existe una forma de artritis que afecta a los niños, aunque siente una "especial predilección" por las personas con edades comprendidas entre los 45 y los 55 años.

» Se desconoce la causa que la origina; sin embargo, se sabe que no es una enfermedad hereditaria.
» El clima y la humedad no tienen nada que ver con el desencadenamiento o mantenimiento de la artritis reumatoide. Es cierto, no obstante, que algunos cambios climáticos, y en particular cuando el tiempo va a empeorar, hacen que cualquier articulación dañada sea más dolorosa.
FUENTE: Sociedad Española de Reumatología (SER).
os casos puede originar inflamación y atrofia de las glándulas lacrimales, salivares, de jugos digestivos o flujo vaginal. La SER advierte que también hay otros síntomas menos frecuentes, pero que deben ser comunicados al reumatólogo, pues podrían ser fruto de alteraciones de la enfermedad a otros niveles o por efectos secundarios de los tratamientos, tal es el caso de la presencia de fiebre inexplicable, cansancio, dolor de cuello intenso y persistente, hormigueos en manos o pies, ronquera mantenida sin notar catarro, sensación de falta de aire con los esfuerzos, tos continua, dolor en el pecho o en los costados, sequedad de la boca, enrojecimiento o sensación de arenilla en los ojos, picor vaginal, manchas o bultos en la piel o diarrea persistente.
Tratamiento

De momento, la artritis reumatoide no tiene un tratamiento curativo, pero sí existen nuevos medicamentos que permiten a un buen número de pacientes controlar la inflamación de la membrana sinovial; no obstante, si el daño en el hueso y en los cartílagos ya se ha producido, la situación se torna irreparable y, además, la sobrecarga de las articulaciones inflamadas contribuye a acelerar la destrucción. Por eso los reumatólogos insisten en la importancia del diagnóstico precoz, además de que es imprescindible que el médico conozca la realidad diaria del enfermo y que el paciente colabore en el tratamiento.

En la actualidad la medicina dispone de nuevos fármacos modificadores de la enfermedad y nuevos antiinflamatorios no esteroideos que actúan casi exclusivamente en el foco inflamado, a la vez que son mejor tolerados a nivel digestivo.

Con Artritis

El peor enemigo del tratamiento contra la artritis reumatoide es la falta de información. Sin ésta, el fracaso terapéutico está asegurado. Por fortuna, existen en nuestro país iniciativas como ConArtritis (Coordinadora Nacional de Artritis) (Tel.: 902 013 497. Horario de atención: de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas), que ofrece apoyo emocional y documentación de primera mano a quienes padecen esta enfermedad y a sus familias.

Más información:

www.ser.es

http://www.conartritis.org/

EN EL DÍA A DÍA DEL PACIENTE

» Evite, en la medida de lo posible, una vida agitada con gran actividad física o con estrés psíquico. Conviene dormir una media de 8-10 horas y es recomendable una siesta de 30 minutos.

» Puede ser de utilidad comenzar el día con un baño de agua caliente, que contribuirá a disminuir la rigidez o el agarrotamiento matutinos.

» Si es posible, evite actividades que precisen esfuerzos físicos u obliguen a estar mucho tiempo de pie, o necesiten de movimientos repetitivos, sobre todo con las manos. Durante la jornada laboral hay que mantener una posición recta en el asiento y evitar permanecer con el cuello o la espalda doblados durante periodos prolongados.
» En el trabajo doméstico hay que intentar no hacer fuerza con las manos. No es bueno retorcer la ropa, abrir tapaderas de rosca, presionar con fuerza mangos de cubiertos o fregonas, etc. En algunas ortopedias hay utensilios que pueden ser de gran ayuda para las tareas domésticas.
» No es saludable practicar deportes con contacto físico ni aquellos en los que sean frecuentes los saltos o choques.

» Es conveniente montar en bicicleta por terrenos llanos, así como nadar o pasear.

» En los periodos de poca inflamación es muy recomendable practicar algún ejercicio físico de forma habitual y sin cansarse.

» Durante el reposo hay que adoptar una postura adecuada, evitando doblar las articulaciones. Hay que procurar mantener los brazos y las piernas estirados.
» Es recomendable tener una cama dura y una almohada baja. No deben ponerse almohadas debajo de las rodillas.
» El uso de un calzado adecuado es fundamental. Conviene un zapato elástico, pero firme. Es mejor evitar los de plástico o material sintético. Se recomienda llevar sujeto el talón, por lo que pueden ser recomendables zapatos de tipo botín con un refuerzo posterior. La puntera debe de ser ancha y el empeine lo suficientemente alto como para que no produzca rozaduras en los dedos. Hay que consultar con el reumatólogo la conveniencia de utilizar alguna plantilla.

» Salvo en casos excepcionales, no hay ninguna dieta que modifique el curso de la artritis reumatoide. Es obvio, no obstante, que la obesidad supone una carga adicional para las articulaciones de las caderas, de las rodillas y de los pies, razón por la que es recomendable adelgazar o evitar el sobrepeso según los casos. La dieta mediterránea, rica en legumbres, verduras, aceite de oliva y pescado, puede ser beneficiosa.

» La actividad sexual puede verse parcialmente afectada por el deterioro articular. Es conveniente comunicar al médico este problema con el fin de buscar medidas adecuadas.
» La articulación inflamada debe ser mantenida en reposo para evitar daños irreversibles en los huesos que la forman. No hay que atender a consejos de familiares o amigos animando a mover una articulación inflamada "para evitar que se anquilose".

FUENTE: Sociedad Española de Reumatología (SER).