lunes, 5 de julio de 2010

HIGIENE INTESTINAL / SU RELACION CON LA NUTRICION

HIGIENE INTESTINAL

SU RELACION CON LA NUTRICION, LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

Este trabajo es una recopilación de las enseñanzas de la doctora Catherine Kousmine, quien dedicó su vida a la investigación de diversos procedimientos naturales y terapéuticas nutricionales para fortalecer la salud, incrementar la vitalidad y la longevidad, y prevenir enfermedades.
Todo lo aquí expuesto relata y resume su filosofía y sus recomendaciones para una higiene intestinal.
 
PREFACIO
Este trabajo es una recopilación de las enseñanzas de la doctora Catherine Kousmine, quien dedicó su vida a la investigación de diversos procedimientos naturales y terapéuticas nutricionales para fortalecer la salud, incrementar la vitalidad y la longevidad, y prevenir enfermedades.
Todo lo aquí expuesto relata y resume su filosofía y sus recomendaciones para una higiene intestinal.


INTRODUCCION
De una visión materialista, mecanicista y fragmentaria, durante los últimos años, se ha evolucionado hacia una concepción científica y filosófica integral y holista del ser y del cuerpo humano. Perspectiva que contempla y aborda al humano como un ser bio, psico, social, trascendente, que integra todas sus partes y sus diferentes aspectos en una sola entidad humana e integral, insertada e íntimamente interrelacionada con nuestra biosfera, como un ecosistema en el que interactúan diversas especies de seres vivos, además del hombre, dependiendo unos de otros y de su equilibrio.
Como consecuencia de ésta evolución, la medicina moderna, y en especial la naturopatía y la nutriología ortomolecular han ido confiando cada vez más en los métodos naturales, en las fuerzas curativas naturales e internas del organismo humano, y en sus mecanismos de auto-reparación y autocuración, como primera línea de acción, antes que los medicamentos alópatas.
En este contexto, la ciencia de la salud aplica de manera sistemática las leyes de la naturaleza, de la bioquímica, de la nutrición y de la termodinámica para estimular las fuerzas curativas contenidas en lo más recóndito de las células del cuerpo humano, a escala molecular.
La naturopatía y la nutriología ortomolecular fundamentan su acción en el principio de la salud holista que mira al hombre como un todo integrado, partiendo del principio de no diagnosticar enfermedades, fragmentando al cuerpo humano en órganos o tejidos determinados, y asilados de sus demás partes. Bajo esta visión holista cada persona es un individuo único, pleno y completo, que actúa a la vez como una totalidad en relación al universo y su entorno circundante. Si nos desviáramos de esta perspectiva, nos conduciríamos por una parte a una total desarmonía y por otra parte, como en la medicina alópata, a considerar incurables diversos padecimientos crónicodegenerativos comunes en la actualidad.
La naturopatía y la nutriología ortomolecular, sostienen que todos los seres vivos son “animados por una fuerza vital” y cuando esta, se perturba, se produce la enfermedad, y cuando se estimula, y equilibra, se produce salud.
Los síntomas en este contexto, son considerados como manifestaciones del intento del cuerpo por curar una enfermedad, o de avisarnos que el cuerpo en su totalidad está enfermo, en base al principio que establece que no hay enfermedades, sino solo hay enfermos. Los síntomas son en consecuencia, respetados como tales, en contraste con el enfoque de la medicina convencional, que considera a los síntomas como trastornos aislados que es necesario eliminar.
Es por eso que al presentarse los primeros síntomas, el naturópata y el nutricionista ortomolecular, prescriben programas de limpieza y detoxificación corporal y colónica, una alimentación natural y saludable, junto a un programa de nutrición óptima utilizando complementos nutritivos, actividad física, masaje e hidroterapia, con el propósito de estimular el flujo de la fuerza vital y los mecanismos de autocuración.

PAPEL DEL INTESTINO EN LA SALUD
Mientras la delgada membrana del intestino tiene una estructura normal, estamos suficientemente protegidos contra la absorción y reabsorción de microbios, toxinas y sustancias que no han sido completamente digeridas, pero si nos alimentamos mal, esta membrana se torna anormalmente porosa y deja pasar multitud de bacterias, toxinas y materias no digeridas. El hígado, que recibe la sangre, y los ganglios linfáticos, que reciben la linfa intestinal, funcionan a modo de filtros. Si estos órganos funcionan bien, neutralizan los gérmenes y las toxinas sin que suceda nada malo; pero si sus funciones disminuyen o se desequilibran de manera crónica, sobrevienen enfermedades (Dra. Kousmine).
Es por eso, que la mayoría de los enfermos que padecen patologías de tipo crónicodegenerativo, presentan previamente alteraciones severas y crónicas en sus intestinos, incluso mucho tiempo antes de que se pueda observar y diagnosticar una enfermedad definida.
Uno de los principales síntomas de este mal funcionamiento previo, suele ser el estreñimiento crónico, que obliga a algunas personas a utilizar cotidianamente laxantes. La finalidad de los laxantes es la de estimular químicamente las membranas intestinales forzándolas a funcionar. Como consecuencia, los músculos de las paredes intestinales se debilitan y se origina una situación de dependencia con el remedio.
Progresivamente, dichas alteraciones digestivas crónicas alteran la salud. Algunos síntomas pueden ser debidos a la disfunción crónica del tránsito intestinal. Es común que si ya se padecen alteraciones digestivas crónicas, posteriormente se desencadenen patologías tales como fatiga crónica, insomnio, problemas nerviosos y mentales, dolores menstruales y artritis, además de otros.
A largo plazo, la disfunción del tránsito intestinal puede incluso desencadenar enfermedades muy graves como cardiopatías, cáncer, reumatismo y artritis degenerativa, degeneración del sistema nervioso, hepática o renal.
Cuando una persona se alimenta correctamente, se nutre óptimamente, practica hábitos de vida sana y realiza actividad física adecuada, mantendrá un intestino sano que funcionara apropiadamente y mantendrá una permeabilidad adecuada que permitirá la absorción de los nutrientes e impedirá la asimilación de microorganismos y toxinas.
Pero debido a la degradación de nuestros alimentos, del medio ambiente, y a la inactividad física, en la actualidad existen pocas personas con un tracto intestinal sano y normal, siendo esta, la causa común y subyacente de la disminución de la vitalidad, de la decadencia física y mental que observamos las poblaciones de todo el mundo y de las epidemias modernas. En algunos casos leves, puede bastar con reiniciar un régimen de vida sana, una alimentación natural y una nutrición óptima para recuperar el buen funcionamiento intestinal. En casos avanzados será necesario recurrir a algunas prácticas de limpieza colónica como los que vamos a describir a continuación, y/o a algunos otros procedimientos naturales no descritos en este trabajo.