martes, 8 de junio de 2010

Feng Shui

EL FENG SHUI

Muchas personas emprenden un cambio de casa llenas de expectativas, esperanzas y deseos. Han elegido esa casa con amor, con paciencia, con dedicación, con sabiduría y con sentido de la practicidad. Han dedicado tiempo, esfuerzo y dine¬ro para decorarla y convertirla en un lugar agrada¬ble, pero... las cosas no resultan como estaban pla¬neadas y al no poder comprender las causas los invade el desaliento. La solución puede estar en el Feng Shui, que nos ayuda a partir de las enseñanzas y tradiciones del Antiguo Oriente –fundamentalmente chinas- a que una casa se convierta en una auténtica morada de amor y felicidad. ¿Qué es el Feng Shui? Según las enseñanzas de los maestros chinos -que aplicaban esta técnica y conocían todas sus re¬glas y principios a la perfección-, una casa puede ser el lugar que permita que sus habitantes gocen de: - Salud;- Paz interior;- Felicidad;- Prosperidad;- Plenitud. Todo esto puede conseguirse cuando se habita en una casa o se trabaja en un lugar cuyas característi¬cas se adecuan a los principios que nos propone es¬te arte milenario (que algunos llaman ciencia) que es el Feng Shui. ¿Por qué? Porque está destinado a permitir que los hombres y las mujeres vivan en equilibrio con los distintos campos de energía, y en armonía con la naturaleza, con su entorno y con sus semejantes.
EL VIENTO Y EL AGUA: El término Feng Shui surge de la conjunción de dos ideogramas chinos que significan "viento" y "agua", dos conceptos que para las tradiciones de la anti¬güedad se relacionaban con el flujo y la circulación de la energía vital. EL OBJETIVO: El Feng Shui es un arte utilizado actualmente para alcanzar la armonización de las energías en las casas y los lugares de trabajo, basado en principios milenarios de la sabiduría china. Mediante este arte, nos es posible conocer cuál es la perfecta ubicación para edificar una casa, el lu¬gar ideal para colocar cada uno de los muebles, co¬mo así también la forma de revertir las energías adversas que puedan afectarnos. El Feng Shui estudia la relación del hombre con la naturaleza y brinda la oportunidad de vivir de acuerdo con los principios que la rigen, y de esta manera, aprovechar esas energías que fluyen por todas partes y pueden influir en nuestro bienestar general. Para indicar las reglas y principios para que cada edificación se convierta en un lugar ideal, el Feng Shui analiza:
• La orientación

• El diseño ...del lugar donde vivimos

• La decoración

Los dos aspectos del Feng Shui

El Feng Shui tiene un fundamento místico que se traduce en una serie de reglas prácticas. Estas reglas son aplicables, como ya hemos di¬cho, a la orientación, el diseño y la decoración de los ambientes en los que se vive y en los que se tra¬baja. Por otro lado, no son para nada arbitrarias. Arte que trata de armonizar los espa¬cios inmediatos que el hombre habita y sobre los cuales proyecta su energía vital. Principios básicos del Feng Shui. El Chi y el Sha son dos fuerzas opuestas que circulan en todo el espacio terrestre. El Chi es una fuerza vital y natural que surge de la combinación de los elementos de la naturaleza y que circula por todos y cada uno de los espacios de una casa. Cada habitación y cada rincón de nuestros hoga¬res y lugares de trabajo está atravesado y recorrido por esta fuerza energética que permite que poda¬mos vivir. El Chi, o aliento vital, circula por una casa como lo hace la energía a lo largo de nuestro cuerpo. Así como puede estar bloqueado el fluir energético dentro de nuestro cuerpo, puede estarlo dentro de nuestro hogar o nuestro lugar de trabajo. Ahora bien, el Chi debe poder circular y deslazarse en forma libre y espontánea en cada espacio habitacional. Cuando el Chi, por la razón que fuere, no puede circular debidamente se suceden los problemas energéticos que afectan en forma directa a los habi¬tantes de la misma y que se manifiestan como decaimiento, falta de determinación, irritabilidad, etc. Todo lo que encontramos en la naturaleza, ne¬cesita de esta fuerza vital (el Chi) para poder vivir. Al Chi, que los chinos definen como el "aliento de vida", se opone otra fuerza llamada Sha. El Sha actúa en forma nociva para los ambientes y repercute directamente en las personas que los ha¬bitan y los frecuentan. Cuando en una casa o en una habitación hay cir¬culación de Sha, es necesario hacer algo para con¬trarrestarla, y que la fuerza positiva y benéfica que produce la armonía (el Chi) pueda circular debida¬mente. Un ejemplo de circulación del Sha es el siguien¬te: cuando en los cuartos de baño se colocan los ca¬lefones sobre los espacios de las bañeras, se con¬centran en alto grado dos fuerzas surgidas de ele¬mentos opuestos (el agua y el fuego) y así se produ-ce el negativo Sha. En un caso como éste lo que debe hacerse es sa¬car el calefón de ese ambiente y colocarlo en un lu¬gar en el que exista la aireación y ventilación nece¬sarias (es bueno aclarar que no está permitido por los organismos de control competentes que un cale-fón se instale en un cuarto de baño). Los maestros de la China milenaria a través del humo de velas y del incienso, pudieron observar la benéfica labor de las corrientes de aire para ase-gurar la libre circulación de la energía vital. También suele hablarse de dos clases de Chi: el sano, que circula libremente; y el enfermo, que se produce por una mala circulación de esta fuerza, que al estancarse se transforma en Sha. Entonces, cuando en un ambiente se acumula la energía y por distintas razones no puede fluir libre¬mente la fuerza vital, ésta se enrarece y se distorsio¬na pasando a ser negativa y dañina. Algunas de las frases que ejemplifican esta situa-ción son las siguientes:"El aire está viciado";"Siento que este lugar se me viene encima";"Es como si acá adentro faltara el aire". Una de las causas de la mala distribución o de acumulación de Chi en un ambiente es que en éste haya espacios escondidos (recovecos) o que sea muy "encerrado" (con ventanas o con puerta pe¬queña), o que tenga forma de "L".

Un espejo -que refleje la zona de mayor circu¬lación de aire-, una planta o un recipiente con agua en este sector pueden ser útiles para contra¬rrestar los efectos nocivos que produce el Chi en¬fermo que se acumula. Otras causas de mala distribución pueden ser: Las habitaciones con exceso de muebles o adornos. Los ambientes con muchos electrodomésticos (televisor, ventiladores, equipos de música, compu¬tadora, etc.).
CONSEJO PARA LAS PAREJAS: No conviene para nada discutir en la habitación matrimonial (éste debe ser el lugar para el descan¬so compartido y para los encuentros amorosos). Cuando sea necesario tocar algún tema conflictivo, se recomienda buscar otro lugar de la casa y, si es¬to no es posible, hacerlo en un espacio "neutral", (por ejemplo, un bar o un lugar abierto como una plaza).
EL YIN Y EL YANG: Estas dos fuerzas simbolizan -para la cultura oriental- el principio de la dualidad, presente en to¬dos los elementos de la naturaleza. La armonía surge del equilibrio de estas dos fuer¬zas que se oponen y se complementan. Es importante que tengamos en cuenta que cuan-do hablamos de equilibrio no decimos que debe ha¬ber igual cantidad de una fuerza co¬mo de la otra, sino de armonía ener¬gética. Un elemento puede tener mayor cantidad de fuerza yin o yang, pero se equilibra con otro que le da lo que compensa esa carencia. Para los chinos, el yin es la fuerza que represen¬ta la oscuridad, la pasividad, la quietud; y por otro lado, el yang representa la claridad (luminosidad), la actividad y el movimiento. El yin se relaciona con lo femenino, y su opues¬to, el yang, con lo masculino. En la esfera celeste, la Luna se relaciona con el yin y el Sol, con el yang. En el cuadro de la página siguiente podemos ver la comparación ente estas dos fuerzas opuestas y complementarias.
En el equilibrio y la perfección de la naturaleza, a cada fuerza le corresponde otra opuesta que la complementa.
EL EQUILIBRIO DEL YIN Y EL YANG EN LA PAREJA: Para las tradiciones basadas en esta concepción, el equilibrio en una pareja se alcanza cuando en cada individuo se ha logrado contrarrestar los elementos yin y yang, que de este modo se ponen al servicio de la felicidad de la pareja y de cada uno de sus integrantes. Para que esto sea posible, en la mujer deben desarrollarse y acrecentarse los elementos yin y, por otro lado, suavizarse o reencauzarse los elementos yang. En el hombre debe suceder lo opuesto; y en ambas partes debe darse la complementariedad que lleve al equilibrio. De esta forma, la armonía de las fuerzas que cada uno pone en la pareja hace a la felicidad y la plenitud de vida de sus integrantes.
EL EQUILIBRIO Y COMPLEMENTA¬RIEDAD DE LAS FUERZAS OPUESTAS: Ya hemos visto que en la naturaleza toda fuerza tiene su opuesta, y que ambas se complementan y se equilibran mutuamente. Cuando estos principios básicos se aplican al ar¬te del Feng Shui, se dice que la armonía en un ho¬gar o en un ambiente de trabajo es la resultante del equilibrio perfecto de todas las fuerzas de la natura¬leza (no olvidemos que una de las formas de definir a esta disciplina milenaria es "el arte que permite que el hombre pueda vivir en armonía con la natu¬raleza y con sus semejantes"). Para que se logre el equilibrio es necesario que ambas fuerzas habiten el hogar, pues así como el exceso de una fuerza rompe la armonía, también lo hace su ausencia. Los elementos yin son tan importantes como los elementos yang, y viceversa. Tal como el Chi propicia la vida, la buena salud, la felicidad, la prosperidad y la fortuna, el Sha no puede estar ausente en una casa y lo que debe hacerse para que no sea dañino es reencauzarlo, es decir, hacer que circule hacia afuera y pueda en el exterior equilibrarse con las restantes fuerzas. No debemos olvidar que en la naturaleza siem¬pre hay armonía y equilibrio, y que lo que rompe esa armonía y ese equilibrio es la acción equivoca¬da del hombre. Cuando en una casa se rompen esos principios naturales se pierde el equilibrio y surgen los problemas que se intentan solucionar aplicando las reglas y las técnicas del Feng Shui. Saber elegir el lugar propicio, en el momento debido; la alimentación correcta con las direcciones del Universo, combinando el uso eficiente de los objetos con la reverencia mística, es armonía, es paz, es Feng Shui.
 S. Feuchtwan