lunes, 14 de junio de 2010

EL VIEJO Y EL NUEVO PARADIGMA... EL QUE NOS LLEVA A LA NUEVA REALIDAD

EL VIEJO Y EL NUEVO PARADIGMA... EL QUE NOS LLEVA A LA NUEVA REALIDAD.



Energía Libre Introducción a la Energía Libre, fundamentos. La “energía libre” se conoce también por la energía que se extrae del vacío cuántico o del campo de punto cero; es la “energía del espacio”. James Maxwell en el siglo XIX creía que la luz para poderse propagar debía necesitar de un medio para hacerlo el cual llamó “luminiferous aether”, también entendido como “éter”. El éter es llamado el quinto elemento, después del agua, el fuego, la tierra y el aire. El éter también es conocido en sánscrito como akasha. Con el nacimiento de la física cuántica a principios del siglo XX (ver cronología de la evolución de la física cuántica), de la mano de físicos como Max Planck, Neils Bor, Werner Heisenberg, Erwin Schrödinger, Albert Einstein, entre otros, el mundo tal como había sido entendido sufrió un drástico cambio. Los ladrillos últimos que construyen la realidad en la que vivimos ya no son los átomos, sino en realidad el vacío cuántico. Esto es así ya que los átomos se subdividen en partículas llamadas subatómicas. Los más conocidos, los electrones, neutrones y protones, pero éstos a su vez se subdividen todavía más, y éstos más y más, hasta que llega un punto en el que nos encontramos con el vacío. Así que la mesa en la que está asentado mi ordenador, el ordenador en si mismo, mi cuerpo, y todo lo que me rodea está construido en realidad, de vacío. Es más, la proporción existente entre el núcleo del átomo a un electrón es de aproximadamente 40km, lo cual significa que todo ese vasto espacio está “vacío”. No obstante, tal vacío no está vacío, de hecho está lleno, lleno de energía. La famosa ecuación de Einstein E (energía) = M (materia) * C2 (luz), [E=m*c2] conlleva que la toda la materia observable es equivalente a luz y ésta a energía, o en otras palabras, que toda la materia es energía y que toda la energía es luz. O sea, en términos cotidianos, mi mesa, mi ordenador y yo, somos materia, pero a la vez también energía, o luz materializada. Tal vacío cuántico se encuentra al nivel de las constantes de Planck, que definen tiempo, espacio, temperatura y masa. El espacio es reducido a 10-35 metros, eso significa, 0,0… y treinta y cuatro ceros seguidos de un 1, 0,000000….01. Y en segundos, es equivalente a 10-44. Muy, muy pequeño. Según explica el ingeniero nuclear Thomas E. Bearden en el documental “The race to the zero point”, la densidad del vacío cuántico es del orden de 10108 Julios/cm3. El Julio (J) es la unidad del Sistema Internacional para energía, trabajo y calor. Se define como el trabajo realizado por la fuerza de 1 newton en un desplazamiento de 1 metro. Pues la energía en julios que se encuentra en un cm3 es enorme, nada más ni nada menos que 10108. Eso es un 10 seguido de 107 ceros; un número astronómico. Pero para hacernos una idea de la energía que conllevan estos números, si se materializase la energía contenida en 1 cm3 sería más materia que toda la del universo observable. Es más, con la energía contenida en 1 m3, según el gran físico Fichard Feynman, se podrían hacer hervir todos los océanos del planeta, o abastecer al planeta de energía durante un día. La presencia de tal energía está confirmada por el Efecto Casimir. Este efecto es una fuerza física ejercida entre objetos separados debido a la resonancia que se produce entre los campos energéticos del espacio entre ambos. La evidencia experimental más simple de la existencia de la energía del punto cero en la teoría cuántica de campos es el Efecto Casimir. Este efecto fue propuesto en 1948 por el físico holandés Hendrik B. G. Casimir. Es importante añadir también que las leyes que regulan el mundo cuántico no son las leyes del nivel macroscópico, el mundo que vemos con nuestros ojos. O al menos, el mundo macroscópico funciona sólo en parte con un conjunto de leyes muy diferentes a las que emergen del mundo subatómico. Digo sólo en parte, ya que el mundo macroscópico está constituido del mundo microscópico y no tendría sentido separarlos, ya que uno está contenido en el otro. Esta gran diferencia es un cambio completo de paradigma. El paradigma quántico deja atrás la visión llamada Newtoniana, en la que observa la realidad como objetiva (separada del sujeto que la observa); observa el universo como una gigantesca máquina de relojería en la que si se conociesen todas sus piezas podrían predecirse todos los acontecimientos. Esta idea nos lleva a pensar de forma determinista, a pensar que no existe la libertad dado que un día, supuestamente en el Big Bang, toda la materia junto con el tiempo se inició y desde entonces todo ha ido evolucionando, por tanto, todo ya está determinado por causas y efectos. Según esta visión Newtoniana-Determin ista-Cartesiana la Conciencia del individuo, nuestra conciencia, la capacidad de darnos cuenta de nuestra experiencia, es ajena al mundo que nos rodea. En otras palabras, nuestra conciencia no influye en absoluto en la realidad en la que estamos inmersos. No obstante, todo este paradigma en el que está basado nuestra sociedad, economía, valores sociales, etc., queda seriamente cuestionado cuando el nuevo paradigma cuántico. Como decía más arriba, las leyes del nivel subatómico son muy diferentes a las leyes del nivel macro. Entre ellas encontramos las siguientes: el Principio de Incertidumbre de Werner Heisenberg, según el cual el mundo cuántico es un mar de probabilidades, en el que cuando entra la conciencia, el observador y decide, una posibilidad de las muchas se “colapsa” materializándose en la realidad. Utilizo la palabra se colapsa, porque según la física cuántica, las funciones de onda del mar cuántico se convierten en partículas cuando el observador entra en juego. Esto significa que todo lo que vemos existe porque hay alguien que lo ha imaginado (pensado) y lo está mirando. Esto también conlleva que la realidad no es determinista sino que el futuro es un mar de posibilidades (probabilidades) , en el que la conciencia del individuo juega un papel muy importante, o crucial, en la manera como las situaciones se desarrollan. Nosotros podemos cambiar con nuestra conciencia la realidad en la que vivimos, porque de hecho es nuestra conciencia la que crea la realidad. Esto viene confirmado, y ya que estamos en Exopolítica, por los diferentes testimonios de contactados extraterrestres. Entre ellos a Alex Collier quien en esta entrevista habla de los Andromedanos, y de la cuarta y quinta dimensión (o densidad) de conciencia, en la que el pensamiento crea instantáneamente lo que es pensando. Esto viene confirmado científicamente por experimentos como los de la Doble Ranura en la que el observador condiciona el resultado del experimento. La discusión científica empezó cuando el físico holandés Christian Huygens en 1680 quiso demostrar que la luz se transmitía en ondas, posteriormente, en 1704, Isaac Newton lo refutó defendiendo la tesis de que la luz viajaba en partículas y no en ondas como había dicho Huygens. Un siglo después, el físico Thomas Young postuló de nuevo que la luz se propagaba en ondas y lo demostró proponiendo el famoso experimento de doble ranura (ver video del experimento, muy pedagógico y gráfico). Experimento con el cuál quedó abierta una nueva pregunta, ¿qué rol desempeña el observador humano en la realidad? Otro principio es el Principio de la No-Localidad, es decir, la posibilidad de acción a distancia, en inglés se denomina, “entangled”. En 1983, el doctor Alain Aspect (del Instituto de Óptica Teórica de Orsay) informó de un experimento con fotones que violaba las desigualdades de John Bell. De hecho violaba los principios establecidos por Einstein, que nada podía viajar más rápido que la velocidad de la luz, y que toda partícula acelerada a esa velocidad requeriría de una gran masa y gran energía. Sin embargo, Aspect, con su experimento confirmó la no localidad del universo al nivel de las partículas subatómicas. Éstas parecen intercambiar información a velocidades superiores a la luz a través de conexiones que se han llamado “misteriosas”. Aunque, realmente lo que ocurre es que dos fotones emitidos al mismo tiempo (en su experimento) deben considerarse como un único estado cuántico, como una realidad expresada por una única función de onda. Einstein y sus colegas Podolski y Rosen se negaban a aceptar la correlación misteriosa entre partículas. Pensaban que debían existir variables ocultas (todavía no observadas) que distinguirían estos sistemas aparentemente idénticos (paradoja EPR).El experimento de Aspect cerró, para siempre, la vieja paradoja a favor de la mecánica cuántica. Este principio traducido significa, que toda la materia del universo está unida, lo que da pie a que desde mi conciencia puedo afectar a alguien o a algo a grandes distancias. Pero no sólo permite afectar en la variable espacio sino también en la de tiempo, ya que la conciencia puede ir hacia atrás o hacia delante. Esto queda bien confirmado por toda la investigación que se ha realizado con la llamada “visión remota”. Es la visión que permite observar desde un estado alterado de conciencia lugares inaccesibles físicamente, como por ejemplo otros planetas, galaxias o como se ha utilizado mayoritariamente, para espionaje. Esta breve introducción es tan solo una introducción al mundo de la física cuántica y a la energía implícita en este mar cuántico. Este nuevo paradigma nos abre infinitas posibilidades desde muchas perspectivas. En nuestro caso, en relación al tema de la Energía, la base de toda economía. La cuestión es, ¿podemos captar la energía del campo de punto cero o del vacío cuántico? Ésta es la cuestión. Si es así, que lo es, significa que tenemos energía para hacer funciona una civilización, la nuestra, de forma gratuita e infinita. Pero como veremos luego, nos permite ser independientes como individuos o comunidad de las grandes multinacionales petrolíferas, de gas y electricidad. Poder captar la energía del vacío cuántico nos permitirá entre otras muchas cosas, viajar por el espacio y abrir la exploración del mismo. http://www.exopoliticsspain.es/sp/fundamentosenergialibre.htm